Chiva, 8000 años de historia
Época Epipaleolítica
Los primeros vestigios de la presencia humana en lo que actualmente forma el término municipal de Chiva, corresponde al Epipaleolítico, periodo que abarca desde el 8.000 al 5.000 a.d.J.C..Los hombres de éste periodo que habitan las tierras chivanas, viven al aire libre, dejando el abrigo de las cuevas, debido al aumento de las temperaturas.
Durante éstos tres mil años de civilización incipiente, sus moradores perviven sobre todo de la caza y recolección de alimentos naturales, frente al periodo posterior en el cual aparecería la domesticación de animales para sus propias necesidades.
Época Eneolítica
Tras éstos primeros hallazgos, existe una laguna de asentamientos en el territorio de Chiva, hasta llegar al Eneolítico, que abarca un periodo de tiempo del 2.500 al 2.000 a.d.C..
En 1953, con motivo de las obras para la realización del desvío de la carretera Nacional III, se descubrió accidentalmente una cueva con enterramientos que fue estudiada por Domingo Fletcher Valls. En ella aparecen gran cantidad de puntas de flecha, cuchillos, hachas, y un puñal de sílex, así como varios objetos de hueso, un cuenco cerámico y fragmentos de otros más. Todo este material está inventariado en el Museo de Prehistoria de Valencia, dónde se puede visitar.
En el mismo yacimiento fueron encontrados los restos de unos siete individuos, que se hallaban muy deteriorados por tratarse de segundos enterramientos. Sin embargo se pudo reconstruir el cráneo de un individuo juvenil femenino, cuya edad cabía situar entre los 18-20 años aproximadamente.
Cráneo femenino de unos 18 a 20 años que vivió en Chiva hace 4000 años
Época del Bronce
En el término de Chiva existen diversos asentamientos de ésta etapa, que van desde el 1.900 a.d.J.C. al 600 a.d.C..
La población de este periodo se caracteriza por ser de pequeños grupos diseminados, ocupando todo el territorio. Por eso en Chiva, tenemos varios asentamientos distribuidos por distintas zonas. Sus poblados están ubicados en lugares elevados, y suelen estar amurallados. Las casas tiene muros de barro y están enlucidas con esmero.
En las herramientas empieza a utilizarse hoces con mango de madera y dientes de silex; hachas y azuelas de piedra pulida; y molinos de mano, como el que se descubrió en la partida de Urrea.
Molino de la Edad del Bronce, Partida de Urrea
Época Romana
La economía de la Valencia romana era por lo general agrícola, y las explotaciones rústicas llamadas villas, como la de la Incolla o el Castillo de Chiva, entre otros, existían a lo largo de nuestro territorio.
Entre los elementos más comunes hallados en distintos yacimientos del término de Chiva que dan constancia de la importancia de la cultura romana en nuestro territorio, están: lápidas de enterramiento, monedas, proyectiles de piedra, fíbulas (imperdibles), tégulas (tejas), columnas de piedra, puntas de flecha, punzones de cobre, restos de pavimento, piezas de telares, e innumerables fragmentos cerámicos.
Con el paulatino desmoronamiento del Imperio Romano se produce un silencio histórico, y de momento se desconocen datos y yacimientos relacionados con la Época Visigótica en nuestro territorio.
Anfora romana
Época Árabe
Chiva estuvo bajo dominio musulmán, desde el año 711-718 al año 1245-1247. Aunque los musulmanes permanecieron en nuestras tierras hasta 1609, año en que se decretó su total expulsión.
Dentro de nuestro término existían cuatro poblaciones árabes: Chiva, Godelleta, Miralcampo y Perenchiza. Éstas dos últimas desaparecidas tras la expulsión de los moriscos.
Del legado arquitectónico, que todavía hoy podemos apreciar en nuestra población, podríamos destacar: el edificio conocido como La Torreta (actualmente casi en ruinas); el conjunto de calles que la circundan, conocido como Barrio de Bechinos, la Calle de la Olivera y la antigua Calle Godella, tan maltratadas por la ignorancia de nuestras gentes y por la desidia de nuestros dirigentes, que no supieron valorar en su momento el conjunto histórico-artístico que representaba. Con el Castillo de Chiva se ha seguido la misma pauta de desolación y abandono; tan sólo algunos lienzos de muralla certifican el paso de la época árabe por nuestra población.
Texto arabe
Respecto a la sociedad de ésta época se podría afirmar que los musulmanes que vinieron a Chiva entre los siglos VIII y XIII serían fundamentalmente esclavos procedentes de Córdoba, seguidos de beréberes, aunque probablemente existiera una población autóctona anterior, que poco a poco se iría islamizando. Éstos beréberes eran los «señores», libres y dueños de las tierras, que organizaban la defensa de éstas construyendo castillos donde albergaban a la población en los momentos de ataque. Este sería probablemente el origen de nuestro Castillo.
La actividad principal de los habitantes de ésta época era la agrícola. Muchos campos de Chiva estaban plantados de morera para la crianza del gusano de seda, de vital importancia en la pujante industria textil-sedera. También de ellos nos ha quedado el sistema de riego que actualmente se utiliza y el uso de la noria (hasta hace poco muy abundantes en la partida del Armajal, término cuyo significado en árabe es «terrenos pantanosos»).
De la Reconquista al siglo XIX
«A Berenguer d’Entença, cavaller, el castell i la vila de Xiva i la de Pedralba, junt a Valencia, 25 de Setembre». (Llibre del Repartiment).
De esta manera en Septiembre del año 1237, es donada la Villa de Chiva y su castillo, todavía en poder de los moros, por el rey Jaime I a Berenguer d’Entença, su tío. El 9 de Octubre de 1238, se rindió la ciudad de Valencia. Y en mayo de 1245, Don Rodrigo de Lizana al mando de treinta caballeros toma la Villa de Chiva, que junto a Buñol, Turís, Llombay, y algunos otros pueblos, dejan de ser súbditos del rey Zayyan, para formar parte de la corona de Aragón. Durante una ausencia del monarca los caballeros encargados de vigilar las fronteras de las tierras conquistadas, violaron el convenio firmado por éste de no atacar las tierras en poder de los musulmanes, siendo reprendidos duramente a su regreso.
Ejemplo de esto es la entrevista que tuvo lugar en el Castillo de Chiva entre Berenguer d’Entença y el rey Jaime I. «..pero Don Berenguer luego trató de avenirse con el rey en paz y en guerra en el castillo y villa de Chiva, que le había dado, en que se había hecho fuerte. Y salieron de allí a juntarse con el rey Don Pedro de Albalate, arzobispo de Tarragona y Don Rodrigo de Lizana» (Anales de la Corona de Aragón. Jerónimo Zurita, Libro III).
Comenzó entonces a repoblarse Valencia, su huerta y sus pueblos, con la afluencia de gentes venidas de Aragón, Cataluña, Francia, y otros sitios. Sin embargo la huerta siguió habitada por los moros. cuya habilidad en el cultivo de la tierra era muy admirada por los vencedores. La nuestra era especialmente una de las zonas con mayor densidad de población musulmana, y así continuó hasta 1609.
La Torreta, actualmente en estado lamentable
Durante esta época tiene lugar una serie de ventas y cesiones del Castillo y Villa de Chiva:
El 7 de Junio de 1249 es vendida por Guillerma de Lucia y Berenguer d’Entença (esposa e hijo de Don Berenguer d’Entença), al rey Don Jaime y a Pedro Martínez Dagón, por el precio de 8000 maravedíes.
El 1 de Agosto de 1249 el rey Jaime I vende su mitad a Don Pedro de Cillis, aunque el gran interés que la corona de Aragón tenía por los pueblos fronterizos con Castilla, hace que Jaime II, sucesor de Jaime I, recobre estas tierras.
En 1317 Jaime II la concede a su hijo, Alfonso IV, Conde de Urgell, como dote por la boda con Teresa d’entença. A la muerte de ésta, pasa a su hijo el infante Don Jaime, Conde de Urgell.
A la muerte de Don Jaime en el año 1344, la hereda su hijo Don Pedro, también Conde de Urgell, quien la permuta en 1383 con Guillermo Raymundo Conde de Moncada, por unas tierras que éste poseía en Cataluña.
Nuestra historia, a partir de aquí presenta un bache en blanco de casi cuarenta años, hasta encontrarnos con las notas que nos frece Leopoldo Pile Ros (Estudio documental sobre el bayle general) y que dicen así: «Letra del B.G. (carta del bayle general) dirigida a todo oficial para que reconozca a Turubro de Carce, vecino de la Villa de Chiva, como arrendador del derecho de erbatge, pesquera y montatge e del derecho y servicio montalgo de les besties que entren e hixen en o del dit Regne de Valencia» a quien se le han arrendado por dos años y que empezaron a contar el 1 de enero del 1423. Valencia a 1-8-1424.
El Barrio de Bechinos
Con ocasión de la expulsión de los moriscos en el año 1609, Chiva quedó casi deshabitada, lo mismo que Godelleta, desapareciendo totalmente la población que habitaba los lugares de Perenchiza y Miralcamp, siendo el 9 de Octubre cuando se otorga la Carta de Repoblación (firmada de una parte por Don Pedro de Moncada, deán de Tortosa, en nombre de su padre, Don Gascón de Moncada y Gralla, Marqués de Aytona y señor de la Villa y Baronia de Chiva, y de otra los treinta y ocho repobladores, ante el notario de Valencia, Don Joaquín Martí. El mismo día también se extendió la escritura de homenaje al señor por parte de los nuevos pobladores, según fueros y costumbres del reino, cumpliendo así con lo estipulado en el capitulo XV de la Carta Puebla.
Los moriscos de Chiva salieron por el Grao de Valencia con destino a África, y algunas fuentes afirman que perecieron casi todos.
Ya en el siglo siguiente, y por entronques matrimoniales, Chiva pasó a la casa del Duque de Medinaceli, y en cumplimiento de un decreto del Marqués de Esquilache, en 1761, daba comienzo un largo pleito para incorporar a Chiva a la corona, en el que por sentencia del 1 de Febrero de 1847, dada por el juez de Chiva, se declaraba haber lugar a la incorporación y reversión del señorío de Chiva a la nación con los predios anejos a aquel, pero, sin embargo, el Duque de Medinaceli recurrió y la ejecución de la sentencia tiene la fecha del mes de Abril del año 1900, o sea, 53 años después; no obstante, el Duque dejó de cobrar las rentas desde la fecha de la sentencia en 1835.
Ermita de la Virgen del Castillo
Chiva fue escenario de diversos hechos de armas con ocasión de la invasión de España por las tropas napoleónicas, siendo igualmente escenario durante la primera guerra carlista.
El 22 de Noviembre de 1833 se proclamó a favor de Isabel II y arrojó de su recinto a cuatrocientos carlistas que se habían alzado en armas.
En Marzo de 1836 fue ocupada por Cabrera hasta el día 2 de Abril, en que tuvo que abandonarla al ser atacada por el General Cristino Palarea.
En el avance de Don Carlos hacia Valencia, a finales de Junio de 1837, volvió a ser ocupada la villa por los carlistas, alojándose el pretendiente al trono de España en una de las casas de la calle de la Iglesia, frente al palacio del Duque de Medinaceli y en el que en la actualidad está ubicado el Colegio de las Hijas de la Caridad, dándose el día 15 de julio la denominada batalla de Chiva en la que las tropas carlistas fueron derrotadas por el general Oráa.